Chocolate

Te he sufrido tanto que el día que te supere, me habré convertido en un ser humano indestructible y autosuficiente. 

Sigo borrando cosas que me recuerdan a ti, sigo agarrándome fuerte los brazos como niña pequeña para no desfallecer, sigo dándome ánimos para no caer más bajo de lo que estoy. Aún no te has dado cuenta de la gravedad del asunto, pero no es culpa tuya; no lo es. Hoy eliminé otra gran parte de nuestra historia, hoy eliminé aquellas pruebas que tenía en la que día a día te escribía y te contaba todo el dolor que tu ausencia me generaba, lo mucho que te extrañaba y el afán de mis días... Como quien piensa que en algún punto volverás y te voy a querer contar de todo, pero dentro de mí sé que ya no, duele más saber que no me elegiste. Lo siento, nunca pude ser lo suficientemente buena para alguien, no soy tan inteligente y mucho menos bonita para que alguien tome el riesgo de quedarse conmigo. Te sigo deseando felicidad y sé que la estás teniendo, tengo la seguridad plena de que cuando haya sanado, seré demasiado feliz por ti y de saber que tu corazón es pleno. Solo que hoy por hoy aún me du...

Recuerdo con claridad aquella vez en la que me sentía muy cansada físicamente por los afanes del día y a día, realmente fue un día muy agotador. Recuerdo haber llegado a casa, haber cenado, acostarme y quedarme profundamente dormida... Quizás en medio de ese sueño tan profundo, recibí una llamada (una que esperaba cada noche) era la de la persona que yo más amo, era MI PERSONA; por aquel entonces, recuerdo haber contestado feliz, pero muy cansada. No sé en qué momento me quedé dormida de forma muy profunda... No recuerdo exactamente por cuánto tiempo fue, solo recuerdo que desperté despacio y escuchaba al otro lado del teléfono a ella decir: Sé que no lo sabes, pero eres la mujer con la que me quiero casar, eres la madre que quiero para nuestros hijos porque sí contigo quiero hijos... Eres mi todo. Mi amor, mi reina, mi vida, mi cielo, mi bebé, tú lo eres todo para mí. Debo admitir que escuchar eso me hizo llorar, nunca le dije la felicidad que eso provocó en mí, ella nunca fue tan exp...

¿Ves? Al final yo tenía razón cuando te dije que yo te amaba más. Aún recuerdo cada palabra o frase que decías cuando intentabas explicar que el amor que sentías no tenía límite alguno, aún recuerdo cuando decías que jamás estarías con nadie más porque no podías, aún recuerdo cuando decías no te imaginabas siendo cariñosa con alguien más... Y mira ahora, llevas meses con otra persona, eres feliz y has vuelto a planificar un futuro... En otro punto de la historia, yo sigo llorando cada día por nuestra historia, por la hija que queríamos tener, por la familia que queríamos formar, sigo pensando en ti y las mariposas en mi panza no han querido salir de allí a pesar del tiempo, sigo aquí; pensando cada día en ti y amándote como la primera vez... La única diferencia que existe es que ahora estoy en tu país, sola, rota y llena de miedo, pero con el mismo sentimiento que tuve como cuando te dije por primera vez lo mucho que te amo.

Y me volví a enamorar de nuevo, un amor diferente, un amor libre, un amor intenso, un amor que te arma y te desarma, un amor igual de fugaz como el de la última vez, un amor tan destructivo también. Esos amores que crees perdidos y resultas encontrando, esta vez fue diferente... Esta vez yo no destruí a nadie, esta vez me destruyeron, esta vez volví a morir cada día un poco más. Juro por Dios que pensé haber encontrado a la persona indicada y aunque me negaba una y otra vez a conocer la realidad; la verdadera realidad, me límite a cerrar los ojos y estrellarme de golpe en una profunda fosa. Entrar en detalles sobre lo miserable y patética que me siento hoy en día; esta de más, estoy agotada, cansada y sin fuerzas, nuevamente mis ganas de vivir se han apagado y el brillo de mi sonrisa se han teñido de un azulino poco natural, ahora es más que un producto químico disfrazado, no encuentro razón para reír, no tengo a quién abrazar, no tengo consuelo único más que a Dios... El ser humano po...