Despedida
Y entonces me despedí de ese amor. Ya no busqué culpables, ya no hice reclamos absurdos, ya no hubo reproches. En aquel mensaje solo dejé la mitad de mi alma y la otra con la esperanza de que en algún momento después de que haya sanado mi corazón, esta recuerde con gratitud y alegría a aquel amor que un día le hizo sentirse tan viva y eterna a la vez. Es cierto, nunca vamos a entender los propósitos de Dios, nunca vamos a conocer nuestro destino o el futuro que nos depara, la vida es un instante o eso que transcurre mientras uno está intentando respirar. No sé com exactitud cuánto luto me llevará asimilar esta nueva ruptura, no sé cuánto tiempo voy a seguir llorando, no sé que tan débil o fuerte me vuelva en este nuevo proceso, lo único que sé ahora es que apenas tengo la fuerza para escribir esto. Hago un recuento y veo que me faltó más por decir, supongo que son cosas que quedarán guardadas eternamente dentro de un recóndito rincón con la esperanza de algún día convertirse en un boni...