Todavía extraño mi país, todavía me pregunto si de vez en cuando ves el cielo y te acuerdas de mí. A veces, sigo imaginando que te llamo por las mañanas y te despierto con muchos besos para ir a trabajar. A veces, sigo imaginando que tenemos una casa con dos jardines y te cocino los mejores postres y las comidas más ricas, veo a Sam correr por los pasillos, por el comedor, veo a Sam corriendo a tus brazos y gritando feliz que llegaste mientras termino de hacer el arroz que tanto te gusta. A veces me imagino comprando bolsas repletas de mandarina, muchas gelatinas verdes. Todavía te puedo imaginar viendo Grey's Anatomy o algún dorama de esos que te dejan los ojos cristalizados, escuchar música a todo volumen y yo aturdida de tanto reggaeton, decido de vez en cuando escuchar "música de ancianos" como lo llamabas tú. A veces me acuesto a dormir y te imagino a mi lado soltando todos tus gases y riéndote de mi cara para burlarte de mí por hacer eso, imagino que cocinamos un ta...
En otras oportunidades hubiera corrido, escapado y me hubiera apresurado con mil rencores en el alma y grandes resentimientos. Ahora aunque tengo mi alma afligida, mi espíritu quebrantado y el corazón en reconstrucción, solo intento respirar, intento no vivir con más peso en la mochila, ya he llorado tanto y tanto que ya no puedo hacerlo más. Añoro volver a mi país, anhelo con todas mis fuerzas correr a esos brazos pequeñitos y flaquitos que sé con eterna certeza que son y serán siempre mi lugar seguro (los abrazos y brazos de mi hijo), me está costando muchísimo estarr lejos de todo. Lo más curioso y raro es que últimamente todos me escriben para decir que vuelva, escucho la desesperación en sus voces y leo la sinceridad en las palabras de todos los que me lo han pedido y aunque deseo con todas las fuerzas de cada partícula de mi cuerpo regresar... No puedo, no puedo hacerlo en este momento, no puedo, pero daría todo por revertir eso y regresar...
¿Si de verdad la amé? La amé tanto que fui capaz de salir del clóset por ella y amarla en libertad. La amé taaanto, pero taaanto que me dejó sin ganas de nada más que de dormirme para siempre. ¿Será que algún día podré volver a sonreír? ¿Será que algún día volveré a ser yo?
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