Sexo en la ciudad

Charlotte York; la más cuerda o quizá la más aburrida del típico cuarteto de amigas que solo buscan pasarla bien por una noche o por el resto de sus vidas. Ella es más bien una tradicionalista, busca el amor real, la compañía idónea, caminar de la mano con alguien, dedicar canciones de amor, compartir y vivir historias, casarse y hacer el amor por la eternidad con la misma persona cada noche, cada día, cada mañana, cada atardecer y todas las veces que desee.

Hoy en día no es fácil encontrar a alguien así, puedes tener sexo en este momento, en la noche o en la madrugada, sin estar casado. Sucumbirte de placer por un rato y... ¿luego qué? Solo es sexo y ya. ¿Alguna vez hicieron realmente el amor? Un fuego tan ardiente, placentero, agotable y con ansias de más, te lleva a la cúspide de la excitación, te sube y te baja de golpe; te convierte en un ser resplandeciente y el más amado después de acabar. No se equivoquen, eso solo lo sientes cuando hay amor mutuo, es muy diferente al sexo por unos minutos... ya decía Arjona: "Tuve sexo mil veces pero nunca hice el amor".

Tratemos de ser un poco más como Charlotte y no como Miranda Hobbes.

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