Así de Cojuda.

Esas ganas que tienes de eliminar sus llamadas, sus mensajes, sus notas de voz, sus audios, sus fotos, sus whatsapp y hasta aniquilarla si la tuvieras en frente tuyo. De pronto te das cuenta que ha pasado el tiempo, los días y los meses y aunque no la aniquilaste a ella, sí aniquilaste todo lo anterior y la extrañas, realmente extrañas leer esos mensajes que se mandaban hasta altas horas de la madrugada, extrañas su estúpida voz que sentías era la más dulce (de esas voces suaves que hoy ya nadie tiene el puto placer de tener) y que de hecho te das cuenta que eso fue lo que te enamoró de ella. Sí, su voz, esa voz tan patética y a la vez tan hermosa.

Y es que cuando estás enamorado tienes derecho a todo, tienes derecho a ser bipolar, tienes derecho a amar y odiar a la vez, tienes derecho a extrañar y detestar, tienes derecho a llorar de rabia o de amor... los enamorados tienen derecho a ser tratados como enfermos y los demás deberían entenderlo y consentirnos pero NO, el amor para los cuerdos aún no está considerado como una enfermedad pero para mí sí.

Me siento enferma de amor... realmente estoy convaleciente y tengo todos los putos síntomas de un amor bipolar o de una enamorada bipolar; como ustedes lo quieran llamar.
No recuerdo porqué les contaba esto; ah sí, era porque como eliminé todo de ella, se me dio por releer esos mensajes que me mandaba y lograba sacarme las mejores sonrisas y entonces lloro... lloro porque no puedo volver a leerlos y amarla más y lloro porque sé que si los leería también la odiaría y entonces me siento como toda una cojuda.
Y esto, no tiene sentido, así es el amor señores.