Yo siempre soñé, siempre te amé.

La verdad no recuerdo muy bien en qué momento dejé de soñar y vivir, quizá ahora solo quiero empezar a sentir como las agujas del reloj pasan tan rápido. Empiezo a pensar que todo es una simple improvisación de la vida, no sé si sea cierto ¿quién sabe?, hay cosas de las que me arrepiento y otras que quisiera volver a experimentar y vivir.

Quiero volver a ese momento preciso en el que dejé de preocuparme por lo que creía importante, no logro encontrar el punto de partida o es que no me quiero dar cuenta, lastimé mucho y me lastimaron también, sigo teniendo miedo pero ahora no temo decirlo, encontré el punto de llegada pero no el de salida.

Quiero emprender un viaje sin destino pero no es bueno viajar sin haberse despedido (aunque las despedidas nunca son buenas), trato de hacer las cosas bien y cada vez me salen peor, deje de sentir ese calor que me cubría y me hacía sentir las fuerzas para seguir. No entiendo cómo fue que dejé de sentir, en que curva me perdí. Ahora siendo franca... no sé el camino de regreso y eso me asusta aún más.

He dejado a una persona atrás de mí o quizá avanzó más que yo, me acompañó por un corto tiempo pero el recorrido fue sin duda muy pesado, mi actitud y mis sueños rotos me cegaron por completo y vaya que lastimé. Me convertí en alguien que no soy, empecé a dejarme caer (y ellos no lo notaron), duele cuando las cosas van mal; eso es cierto, pero duele más dejar de soñar. Sé que ando distraída y eso pasará muy pronto, no tengo ganas de sentir, pero “mi otro yo” sabe que siento mucho más que antes, sabe que siento con ganas y que mis sueños son aún más grandes que los anteriores, sabe que lo que dejé de amar fue y es amado con mucha más intensidad con la que antes amaba.

No me daré por vencida, eso jamás. No importa si las agujas del reloj aceleran su transcurso porque sé que cuando ellas lleguen a dar las 24:00 horas, yo estaré empezado la primera hora del día siguiente, empezando a soñar con más ganas y amándote mucho más de lo que te amo.